No sólo de jabón vive
el hombre, o la mujer en este caso. Tengo muchas otras aficiones. Entre ellas
destaco la costura o la visita a exposiciones en mi ciudad, Madrid.
Ayer tuve el
placer de ir a la última exposición del Museo Thyssen-Bornemisza: Pissarro.
Se trata de la
primera exposición monográfica en España del pintor impresionista Camille Pissarro,
figura fundamental del impresionismo y
quizás la menos reconocida del movimiento, a pesar de ser el redactor de su
carta fundacional y el único que participó en las ocho exposiciones
impresionistas. Quedó eclipsado por la gran popularidad de sus amigos y
compañeros, principalmente Monet.
Con más de 70
obras, esta exposición buscará restaurar su reputación, presentándolo como uno
de los grandes pioneros del arte moderno. El paisaje, género que domina en su
producción, centrará el recorrido de la muestra, visitando cronológicamente los
lugares donde residió y pintó: pueblos como Louveciennes, Pontoise y Éragny,
pero también ciudades como París, Londres, Rouen, Dieppe y Le Havre, pues,
aunque su obra se asocie habitualmente a la vida rural, a la que dedicó más de
tres décadas, en sus últimos años se trasladó al medio urbano, y su producción
de entonces está dominada por las vistas de ciudades. La exposición está
comisariada por Guillermo Solana y se presentará posteriormente en la sede de
CaixaForum en Barcelona.
Si vivís en Madrid, o pasais por aquí, no dudéis en acercaros. Tenéis hasta el 15 de septiembre, y en verano en el Thyssen se está fresquito