La visita al yacimiento me decepcionó, pensaba que iba a ver más de lo que ví. No se puede acceder a ninguna cueva, cosa lógica porque en poco tiempo estropearíamos todo. Lo que más me impresionó es pensar que allí mismo, hace tantísimos años, 800.000 nada menos, caminaban nuestros antepasados. Tengo una amiga arqueóloga, que de vez en cuando me regala alguna piedrecita o resto arqueológico, con casi ningún valor, por supuesto. Al tocarlos siento una emoción indescriptible, se me eriza la piel, sólo por pensar que aquello lo habían hecho hombres o mujeres hacen un montón de años.
Lo que sí me gustó fue la visita al Parque de Atapuerca. Es una especie de paseo virtual por la prehistoria, donde puedes participar activamente fabricando tus propias herramientas líticas, cazando o haciendo fuego. Como podreis ver en las fotos yo fabriqué mi propia herramienta, poco elaborada, de sílex. Lo único malo el frío y la lluvia.
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