Cada verano, desde hace unos
cuantos años, voy a Mérida un fin de semana de julio. La razón: poder asistir a
una representación teatral en el Teatro Romano de Mérida. Poder disfrutar de
una obra en un teatro construido el año 16 A.C. es una sensación única.
En esta ocasión vimos “Fuegos”
un espectáculo teatral mágico (El Pais).Con magnífico trabajo de Carmen Machi, Cayetana
Guillén Cuervo, Nathalie Poza y Ana Torrent.
Os dejo una descripción del
Teatro:
El Teatro Romano de Mérida
comenzó a construirse en el año 16 a.C. con el patrocinio del cónsul Marco
Vipsanio Agripa. El diseño se basa en los modelos definidos por Vitruvio
(Marcus Vitruvius Pollio). El teatro de planta latina se forma con cuatro triángulos
equiláteros inscritos en un círculo, estando el frente de la scenae en la base
del triángulo central. Los vértices de los triángulos señalan el emplazamiento
de los accesos y la colocación de los ejes de las puertas. El graderío, de tres
alturas, tenía capacidad para 5.800 personas. El diámetro es de unos 95 metros.
La llegada del cristianismo
supuso el fin de las representaciones teatrales y el abandono del edificio, que
fue cubierto de tierra y aterrazado para permitir el cultivo. Las excavaciones
del Teatro comenzaron en 1910 y a lo largo de todo el siglo XX se ha llevado a
cabo una importante labor de reconstrucción a partir de los elementos
originales del edificio. La primera representación teatral de la época moderna
tuvo lugar en 1933, con la puesta en escena de la Medea de Séneca, en versión
de Miguel de Unamuno, con la actriz Margarita Xirgu como protagonista. Este fue
el comienzo del Festival de Teatro Clásico de Mérida, el más antiguo de los
festivales de teatro que se celebran en España.
En esta ocasión descubrimos
un restaurante encantador A de Arco. Puedes comer o cenar en compañía del Arco
de Trajano.
Por supuesto, el domingo por
la mañana no falta una visita al Museo Nacional de Arte Romano de Mérida. Impresionante
edificio construido por Rafael Moneo e inagurado en el año 1986. Tuve el placer
de asistir a la inauguración acompañando a mi querido papá. No me canso de
pasear por sus salas. Este año además se celebraba el 175 aniversario del Museo
con una exposición conmemorativa.
Como veis un fin de semana muy romano.
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