Hacer jabón es saponificar nuestros aceites o grasas. Empezaremos describiendo el método en frío, ya que es el más simple, y lograremos en forma casera un producto de buena calidad. Os recuerdo que adoptéis las medidas de seguridad de las que ya hemos hablado.
Primero explicaros que cada aceite o grasa tiene un valor SAP (o valor de saponificación) diferente. Así por ejemplo el aceite de oliva tiene un valor SAP de 0,134; el de coco 0,178; el de almendras 0,136; la cera de abejas 0,069, y así podríamos seguir con un montón más de aceites y mantecas.
Lo primero que tenemos que hacer es calcular la sosa que necesitará nuestra receta. Es un simple proceso de multiplicación y sumas. Calculamos los aceites a utilizar en gramos. Pesamos cada uno por separado. Multiplicamos cada aceite por su valor SAP, que es su valor de saponificación. Luego sumamos estas cantidades y ésa es la cantidad de sosa que debemos usar.
Pongamos un ejemplo: nuestra receta va a constar de 300 grs. de aceite de oliva y 500 grs. de aceite de coco; debemos multiplicar 300 gramos pertenecientes al aceite de oliva por su valor Sap, 300 x 0,134= 40,2; los 500 del aceite de coco, 500 x 0,178=89; sumando 40,2 + 89= 129,2 gramos de sosa caústica. Pesaremos esta cantidad de la forma más exacta posible.
Ahora tenemos que calcular el agua, agua que utilizaremos para disolver la sosa, preferiblemente destilada, aunque yo la utilizo directamente del grifo.
El agua tiene que ser 1/3 de los aceites utilizados, también en gramos. Con el ejemplo anterior con 800 gramos de aceite utilizaríamos 267 gramos de agua.
Con nuestra sosa y agua calculadas y pesadas, procederemos a añadir la sosa al agua, nunca a la inversa, ya que la reacción que se produce es exotérmica, es decir produce mucho calor, y puede producirnos salpicaduras que no esperábamos. Esta tarea tiene que hacerse en un recipiente que aguante altas temperaturas (vidrio, plástico...) y en un lugar bien ventilado. Yo suelo utilizar la terraza de mi cocina. Es conveniente tener vinagre a mano, tener los ojos protegidos y alejarse de la solución, pues provoca vapores asfixiantes.
Procedemos a remover rápidamente la solución sosa-agua, con una cuchara, para evitar que la sosa no se disuelva en su totalidad.
Calentaremos los aceites al baño maría, o en el microondas a unos 50-54º y esperaremos a que la solución de sosa baje hasta unos 50-54º. Cuando tanto los aceites como la sosa alcance la temperatura indicada, agregaremos la sosa a nuestros aceites, batiendo primero con una varilla manualmente y luego utilizaremos una batidora eléctrica. Periodos cortos para no sobrecalentar el motor. Seguiremos batiendo hasta que comience el proceso de saponificación. Esto se nota porque la mezcla se vuelve más espesa y cambia de color. Esto puede producirse en unos pocos minutos o un poco más, dependiendo de los aceites o grasas utilizados.
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