Este fin de semana tenía ganas de jabonear y por fin he hecho un jabón con vino, extremeño, por supuesto. He tenido más dificultades de lo que esperaba. Al añadir la sosa a los aceites aquello ha endurecido al instante. Como pude le añadí lactato de sodio, para hacer más manejable la cosa, y lo metí en el horno durante una hora. Así pude añadirle color y enmoldar. Ya lo he probado, pues al hacer el jabón en caliente el período de cura es mucho más corto. Es suavecito y con una espuma maravillosa.
También hice este otro de avena y chocolate. Ligeramente exfoliante por la avena molida que lleva en el interior. Para colorear chocolate negro y pimentón, como Lolapuñales. El color y la terminación no era lo que yo quería, pero lo importante no es la belleza es el interior, o por lo menos eso dicen.
1 comentario:
te han quedado muy bonitos, el vino cuando lo pones? y ¿cuanto?
Publicar un comentario