Historia de la Lavanda
La Historia de la Lavanda se remonta a los primeros días de la
civilización.
Hay evidencias de que ya los antiguos egipcios usaban aceite de Lavanda en
los procesos de momificación. Es muy probable que supieran de sus poderes curativos
y le adscribieran poderes espirituales. Pero no hay duda de que aquellos que
eran los responsables de preparar a los faraones para el más allá apreciaban el
aroma de esta planta tan especial.
Algunos creen que el aceite que se usó para ungir a Jesucristo, como se
menciona en la Biblia, era aceite de Lavanda. Hay muchas leyendas que rodean la
historia de la Lavanda, incluyendo una que defiende que la lavanda vino del
Jardín del Edén a manos de Adán y Eva.
El término "lavanda"
probablemente viene de la voz latina "lavere" que significa
"lavar". Posiblemente venga del hecho de que los antiguos Romanos
solían añadir aceite de Lavanda en sus famosos baños públicos. Otra posibilidad sobre el origen del nombre
es que las mujeres solían impregnar su ropa limpia por los matorrales de
lavanda para que absorbieran tan agraciado aroma mientras se secaban. No está
claro sobre en qué época de la Historia de la Lavanda se descubrieron sus
poderes curativos. Se sabe que los soldados romanos solían llevar aceite de Lavanda
para curar sus heridas en la batalla.
Durante la Gran Plaga de Peste en
la Edad Media en Europa, los criminales que saqueaban las pertenencias de las
victimas rara vez sufrían de la enfermedad. Cuando los capturaron, los ladrones
declararon que protegían su salud con el “vinagre de los cuatro ladrones” que
resultó ser aceite de Lavanda. Hay muchas menciones del uso de aceite de
lavanda en la Edad Media. Los monasterios y los conventos eran lugares de
investigación rudimentaria sobre las plantas medicinales. Fuera de estas
monacales comunidades se pensaba que la Lavanda tenía poderes afrodisíacos o,
por el contrario, para mantener la castidad.
Al principio del siglo XX un
fabricante de perfumes francés, René-Maurice Gattefossé estaba trabajando en su
laboratorio y sufrío una seria quemadura. La quiso tratar con la primera
sustancia que encontró que resultó ser aceite de Lavanda. Gattefossé notó que
la herida se curaba mucho más rápidamente y con menos cicatriz que hubiera
esperado con otro remedio, esto le llevó a investigar los aceites aromáticos y
sus propiedadesMás tarde publicó un libro de sus descubrimientos
"Aromathérapie: Les Huiles Essentielles Hormones Végétales" en 1937.
El libro fue más tarde traducido al inglés, nos trae el término
"Aromaterapia". La Lavanda ocupó uno de los lugares más importantes
en esta área de investigación científica.
El aceite de esencia de Lavanda es
el más apreciado en la aromaterapia. Dicho aroma es muy calmante y relajante y
se usa comúnmente para tratar el insomnio. Muchos ambientadores comerciales
contienen lavanda y es un ingrediente muy común en los productos de la casa,
incluyendo limpiadores que aprovechan sus poderes antisépticos. Hay muchos
jabones, lociones, cremas y otros productos hechos a mano de manufactureros a
pequeña escala.
La Lavanda crece salvaje en muchos
paises mediterráneos desde España al norte de áfrica, así que la historia de la
Lavanda es parte de la historia de la región. Desde Italia a Grecia pasando por
Tierra Santa y Egipto, tanto reyes como plebeyos usaban Lavanda por igual. La
historia del cultivo de Lavanda se remonta a la Edad Media en Europa, pero
probablemente mucho más lejos en los otros países mediterráneos más remotos. Se
menciona la Lavanda en un jardín del placer en París en 1300. También en
Inglaterra fue cultivada por esta época, pero definitivamente entre 1400 y 1600
cuando las hierbas y los jardines de hierbas se hicieron muy populares. El
mayor éxito ocurrió durante el reinado de Elizabeth I (1558-1603).
Hoy en día se cultiva Lavanda en
todo el mundo. Hay jardines de Lavanda y granjas desde Australia a Inglaterra,
desde Asia y Europa a Estados Unidos. Se cultiva para uso como hierba, para
adornar el paisaje y a gran escala para producir aceite de su esencia. No hay
muchas plantas que puedan tener una historia tan extensa como la de la Lavanda.
Las plantas y su maravillosa producción han curado y agradado por muchos
siglos. Su popularidad está creciendo y continuará en las generaciones
venideras.
Lavanda y Belleza
Los muchos beneficios para la
salud del aceite de esencia Lavanda
Problemas del cuidado de la piel:
Los beneficios del aceite de
Lavanda para la piel pueden atribuirse a sus propiedades antisépticas y anti
hongos. Se usa para tratar desordenes de la piel como acné, arrugas, soriasis,
y otras inflamaciones. Cura heridas, cortes, quemaduras y quemaduras causadas
por el sol rápidamente, ya que favorece la creación de tejidos nuevos. El
aceite de Lavanda se añade al de camomila para tratar el eccema.El aceite de
Lavanda se puede usar puro, pero para grandes extensiones de tu cuerpo es mejor
diluirlo en una base de otro aceite como aceite de almendra, de olive, de
jojoba, etc. El porcentaje correcto para la mezcla es de 2,5%. Por ejemplo: En
100ml de aceite de base, añade 2,5 ml de aceite de Lavanda. El aceite de
Lavanda es uno de los más seguros en su uso, lo mejor es no usar más de 20
gotas de aceite puro al día, no pasa nada si usas más de 20, pero esta cantidad
es suficiente para observar los efectos. Como con otros aceites de esencias,
las mujeres embarazadas o amamantando no deberían usarlo. El aceite de Lavanda
no puede sustituir un tratamiento médico, consulta al médico si tienes algún
problema de salud.
Lavanda para piel mixta:
Añade 3-5 gotas de aceite puro a
una cucharada de yogur orgánico y aplica sobre tu cara (evitando la zona de los
ojos) durante 10-15 minutos.
Lavanda antiarrugas:
Bate la yema de un huevo y añade 3
gotas de aceite de lavanda. Aplica en la cara.
Lavanda facial:
Para cerrar poros y desintoxicar,
hacer vahos faciales con 3 bolsitas de té verde y 10 gotas de aceite de
Lavanda.
Lavanda para suavizar la piel:
Combina 10 gotas de aceite de
Lavanda con 2 cucharadas de sal fina y 4 cucharadas de aceite de olive. Da un
masaje a tu piel con suaves movimientos circulares y después enjuaga bien - no
necesitas hidratar porque nada gana al puro poder rejuvenecedor de la lavanda.
Acné:
Usa un vaporizador de Lavanda o
agua de Lavanda contra el acné. Asegúrate que está hidrolizada. Si no estás
segura, hierve un poco de agua y añade 2,5% de aceite de Lavanda y ponlo en un
vaporizador limpio. Agítalo. Rocía dos veces al día y no lo seques. Verás los
efectos espectaculares en muy poco tiempo.
Cuidado del Cabello:
El aceite de Lavanda es muy
efectivo contra los piojos y las liendres.
Cuidado de los pies:
Hazte un baño de los pies con Lavanda.
Coge un puñado de sal y añádele 10 gotas de Lavanda. Relájate 15 minutos.
Después del baño frota los pies con aceite de cuerpo de lavanda. Rociar con el
vaporizador de Lavanda dos veces al día tus pies y tus zapatos ayuda contra el
sudor y el mal olor.
Este jabón me transporta a los campos de lavanda de La
Provenza, a las calles de sus preciosos pueblecitos, al mar mediterráneo.
En fin, que espero que os guste.
Información extraída de la web Casa Lavanda e imágenes de Pinterest.
I
No hay comentarios:
Publicar un comentario